Cuento escrito por Pilar Bayón. Ilustraciones: Samuel Garrido
Esta niña era muy rebelde y nunca le gustaba que le tocaran el pelo, ni le gustaba que le peinara ni su mamá, ni su papá. A veces se dejaba peinar por su tía, que era una vieja cascarrabias con el pelo tan alborotado como ella. Pero era muy delicada peinándola y, mientras lo hacía, siempre le contaba un cuento; de tal forma que Julia sólo se dejaba peinar por su tía Pilar.
Un verano Julia se fue con sus papás de camping y, mientras dormía, muchas noches, sacaba su cabecita de la tienda para ver la luna. Su pelo era tan largo, tan rizado y tan hermoso, diría yo… que un búho se fijó en sus rizos.
Unos días
más tarde, en la luna llena de agosto, la más hermosa del año, el búho puso un pequeño
huevo en su nido y Julia se despertó aquella mañana con dolor de cabeza. Su
mamá le dejó
dormir un día, y otro y otro más, hasta que terminaron las vacaciones y volvieron
a casa.
Su tía Pilar la estaba
esperando deseosa no sólo de besarla y abrazarla, sino también con ganas de
acicalarla y colocar sus rizos ensortijados de la manera más bella, para que
Julia fuera bien peinada a sus clases de danza. Mientras Pilar, con sus dedos,
acariciaba el pelo de Julia, sus ojos quedaron atónitos al ver un pequeño huevo
rosáceo en un nido que pendía de un lado de su cabeza. ¡Cuidado! Dijo espantada
la Tía Pilar. Un nido en tu cabeza. ¡Alguien ha puesto un huevo!
Julia se removió como una
lagartija, no sabía lo que su tía quería decir, mientras intentaba con sus
manos buscar el nido en su cabeza.
-¡No , no lo toques! Si tocas
un nido, la madre lo aborrece y no volverá jamás.
-¿Quién no volverá?, preguntó
Julia.
-No sé exactamente, pero a los
pájaros no les gustan que les toquen el nido. Y no sé qué pájaro ha podido
poner un huevo en tu cabeza. Durante tus vacaciones alguien se ha enamorado de ti.
Julia sonreía, le gustaban mucho los cuentos que su tía Pilar le contaba
mientras la peinaba.
Con más esmero que otras veces, su tía hizo el moño de
bailarina, en esta ocasión, más
grande que nunca. Lo envolvió con su redecilla y Julia bailó y bailó con más
entusiasmo que en la vida.
Cuando volvió a casa, Julia
estaba muy cansada y se acostó más pronto que otras noches. Soñó que mientras
bailaba, un pájaro rondaba por su cabeza.
Un pequeño pico
asomó por el centro del moño y con mucho cuidado un diminuto búho salió de su
cabeza. ¡Vuela, vuela! gritó entre sueños.
Su mamá se acercó
a su cama, la besó mientras dormía y susurró:
¡Pero, hija, que
pájaros tienes en la cabeza! Mientras su papá, adormilado, recordó aquellas
pajitas flotando en el río.
Pilar Bayón (Diciembre 2010)
El cuento es genial. Pero sabéis como es la cuenta cuentos?. Muchísimo más genial. Que placer que te cuenten un cuento!
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