Recuerdo que, de pequeña, siempre estaba pidiendo a mi padre que me contara cuentos. A todas horas. Antes de dormir, antes de comer, antes de cenar... Él, inteligentemente, cansado de tanta insistencia, decidió grabar en una cinta de casette algunas de sus historias. Entonces yo me sentaba atenta, él le daba al play y me quedaba de nuevo embobada escuchando sus cuentos.... ¡Feliz día del padre!
Yo también quiero que me dediquen un cuento tan bonito. Gracias
ResponderEliminarGracias Juan! Me alegro de que te guste y de que leas el blog, pero yo también recuerdo alguno de tus cuentos, eh? :-)
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