Hoy te escribo desde los jardines de palacio,
escuchando la brisa de la noche. El arce y los abedules resuenan a mí alrededor, no hay luna, pero el silencio
de la noche se rompe con un frío viento que hace cantar a los árboles y aquí,
tan cerca de tus abuelos, recuerdo su última historia.
De nuevo una madre
recuerda sus inicios de vida conyugal.
También ellos tuvieron cucarachas en sus
primeros aposentos. Cuenta la abuela que, de noche, cuando volvían a casa, una
manta de cucarachas cubría el suelo del dormitorio. El miedo y el asco que le producía,
la hacía dudar de aquellos inicios. ¿Por qué tenemos cucarachas en nuestros
palacios? Es la ciudad que vomita la basura de los transeúntes. En el campo
otros animales se alimentan en la tierra. En la ciudad los grifos escupen
cucarachas, vienen de los bajos comerciales buscando alimentos de los nuevos
inquilinos. Cuando éstos aniquilan los enjambres, buscan otros colonos y así
sucesivamente.